MEDIO ADICTIVO

08.10.2010 22:17

 

MEDIO ADICTIVO

ESCRITO POR: Erica daniela acevedo 10°1

 

Ya es de noche, su mente se profundiza nuevamente en la eternidad de sus sueños y su cuerpo reposa tan inquietamente como lo hace en su cotidianidad.

Tal vez su suerte no sea tan baja como ella considera pero de seguro que su destino sí le hará ver realmente los tropezones de la vida.

Esta noche se ha acostado con un propósito: “Olvidarse de quién es”. Esta noche ha decidido cambiar de sueños, así que está totalmente dispuesta a acabar, si es necesario, con la poca vitalidad cerebral que queda en su fatigada cabeza.

A veces la miro de cerca y puedo asegurar que en sus ojos hay sentimientos de tristeza, puedo reconocer de inmediato su alejamiento y con tan sólo escuchar su voz temblorosa puedo concluir que en su corazón hay temores, temores que no acaban con la voluntad, sino con la ley de la vida: “La muerte”.

Esta noche me he acercado mucho más que de costumbre. Siento su respiración, va a una velocidad extraordinariamente incrementada, quien la viese inmediatamente diría que la muerte ya está a punto de robar su sentir.

Tan sólo con verla dormir determino que pasó un mal día y que, aunque intente pasar una noche formidable, no logrará evadir el desprecio que le tiene a su existir.

Juraría por lo más bello que son Dios y las estrellas que si existiera solución alguna para sacarla de su fatalidad, ya lo hubiera hecho más de tres veces.

Ahora noto el silencio que se genera en las noches. Con facilidad observo su manera de dormir, noto que su cuerpo es tan terso como la madera en la que está hecha su cama. ¡Es tan extraño!

Su quietud refleja la indecisión y la desolación que lleva consigo; y sus manos, áridas y sangrientas demuestran que sus lágrimas no sólo la acompañan en la luz de los días.

Realmente, desde que la conozco, presiento que su cárcel son sus sentimientos y que mientras más se entregue a su intuición, su prisión aumentará más la presión.

-Estás cálida y pura… ¡Mi niña hermosa!!!

-¡Estás tan fresca como la noche que me acompaña!

-Pero… ¡Tu ánimo está tan agobiado como las rosas marchitas!

-¡Mi niña! ¿Sabías algo? ¡Yo te amo!!! Te amo por encima de lo que te han hecho y te amo por encima de lo que los demás te hicieron…

-¡Mi niña hermosa!!!

-Estás tan pálida como el papel y tan agitada como el tiempo mismo… ¿Qué puedo hacer yo para rescatar el ayer y recuperar tus miradas?

Esta noche veo en ella una gran diferencia y… ¡Qué lástima!

Se me hace imposible creer que su cuerpo está destinado a romper un amor verdadero y a acabar con la felicidad de un soñador que siempre soñó con amar y nunca jamás olvidar qué es enamorarse.

¡Qué lástima!

¡Qué lástima hacerme testigo de tan despiadada fortuna y de tan desconsoladora situación!

Esta noche, en este preciso momento observo cómo un príncipe azul pierde a su princesa. Puedo apreciar el son eterno de la soledad. Veo minuciosamente la tortura de un hombre…

-¡Mi niña hermosa¡¡¡ (Llorando) ¿Cómo te has ido sin despedirte?

-¿Por qué te fuiste de mi vida?

- ¡Mi niña…!!! ¿Sabías algo? En mi corazón hay música sin ritmo y sentimientos congelados. ¡Sí!... Porque…Tú te has ido… ¡Me has matado en vida!!!

-¡Mi niña…!!! Sin ti vivo sin vivir y muero en pena…Nuevamente…

¡Te amo!

¡Sí! Su despedida es tan hiriente como las espinas y sus lágrimas son tan reales como lo son mis pensamientos.

No se me hace fácil aceptar que su cuerpo se ha marchitado y que ya sus ojos no verán más a su dulce amor.

Recuerdo muy bien cuando entró en ese afán por dizque abandonar su cuerpo y entrar en otro.

No me tomé muy en serio el cuento de su existencia frustrada… ¡Los siento!!!

Nunca llegué a pensar que tan noble doncella muriera a causa de sus pensamientos; y ahora la culpa hace parte de mi cuerpo.

Mañana recordaré este instante y no olvidaré las últimas frases de su amor despechado…

-¡Mi niña!!! Si hubiera podido convertir el agua cristalina en tu factor de vida… Estarías viva… ¡Lo juro!!!

-¡Mi niña!!! Si fuera poderoso hubiera borrado esos sentimientos espantosos de tu corazón.

-¡Mi niña!!! No me dijiste que morías en vida y ahora… ¡El que muere en vida es mi corazón!!!

Esta noche sus órganos se consumen en la vagancia de lo eterno.

Esta noche un cuerpo se ha consumido en lo oscuro de lo femenino.

Esta noche una reina de lo bello ha muerto… ¡La causa…! Miles de personas la inducen a la “perfección estética”, miles de publicaciones estilan “calorías”, miles de alimentos se convierten en enemigos de su estómago, miles y miles de consolaciones se hacen impenetrables  para su piel.

Y ahora… ¡Miles de lágrimas caen sobre su tumba!!!

“La anorexia no es un cuento femenino, es una realidad social”

         ¡Cuídate, por el amor que te tienes!

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